El Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), creado en 1976, está integrado por las provincias de Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, junto a Nación.
En los casos en sub examen, COIRCO es quien brinda el manejo y control de caudales de las represas y no una provincia en particular.
Entre las funciones y obligaciones del ente están las de asegurar el Programa Único Acordado y su adecuación al grado de conocimiento de la cuenca y su comportamiento, la regulación de sus usos, el control ambiental, establecimiento de normas técnicas para la determinación de la línea de ribera, control del proyecto y construcción y planes de operación y mantenimiento de las obras de regulación, derivación e hidroeléctricas.
Las resoluciones de COIRCO constituyen un verdadero grito federal en defensa de los recursos naturales de la región.
Revisando antecedentes de obras en la provincia cuyana se observa que una de las postergadas es la represa El Baqueano, ubicada sobre el río Diamante en San Rafael.
En tierras mendocinas se había planificado un proyecto hidroeléctrico cada cinco años. Se pretendía que Portezuelo del Viento fuera la primera de una serie de diques y por eso se estuvo trabajando en El Baqueano, cuyo origen es de la década del 80. Estaba proyectado como un presa de materiales sueltos, con cara de hormigón aguas arriba, al estilo de Potrerillos, en la confluencia entre el arroyo Agua de la Mora y el río Diamante.
Hace más de 200 años, como ya lo publicáramos, el Atuel era un río caudaloso que tenía como afluente principal al Diamante.
Fue uno de los temas tratados en la Comisión Interprovincial del Atuel inferior (CIAI); La Pampa solicitó el trasvase de agua del río Diamante al Atuel. Mendoza insiste con el trasvase del río Grande al Atuel, pero el primero de los ríos no pertenece a la cuenca atuelina, sino a la del río Colorado. La conducción de los caudales del Diamante puede hacerse a través del Arroyo de las Aguaditas.
El Embalse de Casa de Piedra también es tema de preocupación. Registró su nivel histórico más bajo, de 269 metros en este febrero 2020. Su principal causal ha sido la crisis hídrica que afecta al río Colorado. Su construcción data de 1996.
La distancia entre el curso del río Colorado y la playa frente al centro comunitario es de más de 10 kilómetros. En el fondo del lago los tamariscos ya alcanzaron los 80 centímetros de altura. El caudal de ingreso del agua es de 42 metros cúbicos por segundo (m³/s), contra una erogación de la represa de 75 m³/s. En épocas normales el caudal módulo del río Colorado llega a 142 m³/s.
Pero hoy -indica el documento final de la última reunión celebrada- nos encontramos ante el peligro de despojo del río Colorado que compartimos las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires. Su caudal se encuentra reducido a la mitad. Esta situación se agravaría enormemente con la pretendida construcción de la presa Portezuelo del Viento, cuyo manejo pretende monopolizar la provincia de Mendoza. Un verdadero dislate.
Consectario
Finalmente, los documentos son reiterativos y advierten “las demandas y protestas de las y los pampeanos, de los propios chacareros mendocinos, de los sanjuaninos de zonas pobres marginales, de los neuquinos y rionegrinos y aún de los bonaerenses de áreas bajo riego que se ven aplastados por el gobierno de Mendoza, no han dado resultado alguno para quebrar la voluntad de acaparamiento junto a fuertes sectores e intereses dominantes”.
Pedro Álvarez Bustos (*)
(*)Ex Fiscal de Estado de La Pampa. Abogado, escritor y productor agropecuario de tercera generación.