Una entidad rural pide que este año los chicos vuelvan a las aulas

La sociedad argentina en general, y sobre todo los padres con hijos en edad escolar, últimamente están en el medio de un constante tira y afloje entre las autoridades nacionales y provinciales con los gremios docentes que cuestionan y hasta rechazan el inicio del ciclo lectivo 2021 con la presencia de alumnos.

Fuente: Agroverdad.

Por eso, “la vuelta a las aulas debe ser considerado un objetivo prioritario y resulta imperioso que se realicen todos los esfuerzos tendientes a recuperar la presencialidad en las escuelas”, plantea la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) que, si bien se refiere a la situación puntual de la provincia mesopotámica, su exhortación puede ser extensible a todo el país.

Al día de hoy, las provincias han quedado en libertad de acción para fijar su propio calendario escolar y la vuelta de los chicos a las escuelas, pero los gremios están presionando para no volver. Algunas ya han definido fechas para retornar a las aulas, como es el caso de Córdoba o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A mediados del año pasado, por ejemplo, la provincia de San Juan fue uno de los pocos distritos que tuvo una vuelta progresiva de la presencialidad a las escuelas.

Abran las escuelas
“La pandemia nos pegó un cachetazo en 2020 que en algunos aspectos fue demoledor. Independientemente del sanitario, que es el ítem que marca la cancha, las asimetrías que dejó el ciclo escolar debieran hacernos reflexionar y buscar mecanismos que dejen de ensanchar la brecha entre nuestros niños y jóvenes”, reflexiona la entidad entrerriana.

Su mensaje va dirigido a todos los estamentos del estado y concretamente apunta a que el “Gobierno, legisladores, gremios, dirigentes, docentes, padres, todos, tenemos que hacernos cargo, en mayor o menor medida, de cómo resolvemos esta intrincada coyuntura”.

Los ruralistas sostienen que la presencialidad de los chicos y las escuelas abiertas para todos, es imprescindible porque si bien “las clases virtuales, que pueden haber llegado para quedarse en algún sentido, fueron una herramienta necesaria, en ningún caso puede ser la única”. Porque “este formato deja afuera a miles y miles de estudiantes ya que excluye, discrimina, condena y es profundamente injusto”, plantean.

Por todo esto, los ruralistas entrerrianos consideran que “no puede pasar un día más sin que los principales actores comiencen a consensuar estrategias que desemboquen en una vuelta a las aulas”.

No hay nada más democratizante e igualador que la escuela, pero no en la mirada y la puesta en práctica como la vimos en 2020. Sumar un año más sin aulas, para muchos puede ser más de dos años sin clases, puede ser la exclusión definitiva del sistema educativo y una hipoteca grande de su futuro”, concluye la entidad.

 

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